miércoles, 4 de marzo de 2009

CONTEXTO SOCIO-RELIGIOSO DE PALESTINA (GRUPOS RELIGIOSOS)

CLASES SOCIALES
1) Saduceos : Se puede empezar nombrando los Saduceos, que toman su nombre de Sadoc, sumo sacerdote del tiempo de Salomón que vivió en el siglo II a.C Integraban este grupo las familias sacerdotales dirigentes, las principales familias de los grandes comerciantes de la ciudad y los hacendados más ricos del campo. Los jefes de esa aristocracia sacerdotal y laica (los ancianos) formaban parte del Sanedrín. Era, pues, un partido aristocrático que reunía a los ricos y los poderosos. Formaban una "clase aparte", eran escasos en número y estaban fuertemente organizados. Su influencia en la política y la administración de justicia fue muy importante entre el periodo asmoneo y la guerra judáica. Algunos de los saduceos "seglares" eran los arrendatarios de los impuestos, los procuradores y recaudadores romanos. Los romanos les concedieron el monopolio del cobro de los impuestos.[
En materia de religión admitían únicamente la "Torah" o Ley de Moisés, que está formada exclusivamente por los cinco primeros libros de la Biblia o Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio[ Se atienen estrictamente a la letra de lo que dicen esos libros, son pues fundamentalistas y por eso, rechazan todo desarrollo posterior de esa doctrina. Según los saduceos, los sacerdotes son los únicos intérpretes de la Ley; no quieren que los fariseos laicos la interpreten, y sospechan de los profetas. Propugnaban la observancia del sábado. Viendo que en la Torah no se habla de la resurrección de los muertos ni de otra vida, no creen en ella, por considerarla un concepto novedoso. Para ellos todo termina con la muerte y aseguran que no hay más salvación que la terrenal. En política, favorecieron un nacional-judaísmo y fueron acérrimos defensores del Estado del Templo, y procuraron llevarse bien con los romanos. Se les acusa de vivir el divorcio entre la fe y la vida: al lado de su actitud religiosa conservadora, mostraban una licenciosa relajación de costumbres:
lujo y aficiones paganas siguiendo el ejemplo de los romanos (dueños del mundo)
el divorcio era frecuente entre ellos
utilizaban el matrimonio entre miembros de la misma familia para conservar riqueza y poder
poligamia que, en la práctica, sólo era accesible a los ricos por lo costoso que resultaba.
Caifás, el Sumo Sacerdote (18-37 después de Cristo) era saduceo (Jn.11,49;18,13-14).
2) SacerdotesIsrael, en tiempos de Jesús era una auténtica Teocracia, y en una teocracia son los sacerdotes quienes, en primer término constituyen el grupo más poderoso.
Los sacerdotes habían organizado a los judíos después del destierro de Babilonia (538 aC) y los habían dirigido en los asuntos espirituales y materiales, en tiempos de Jesús continuaban en posesión del poder político y social. El sacerdocio no era por vocación de Dios, sino hereditario, según la Ley, sólo podían ser sacerdotes los descendientes de Aarón, el hermano de Moisés (Ex.28,1; Nm.17,16-26; Lc.1,5; Heb.9,4). Formaban pues, un círculo cerrado y estrechamente unido.
Los sacerdotes más importantes que llegaban a ser una aristocracia eran: El Sumo Sacerdote, jefe de todos los judíos de Palestina y del extranjero, responsable principal del templo, administrador, presidente, por oficio, del Sanedrían o Gran Consejo. Era el único mortal que entraba en la parte más íntima, sagrada e importante del Templo: el "Sancta Santorum": tres veces, un solo día al año, el "Día de la Expiación" (el Yom Kippur. o día de penitencia instituido por Dios).
La intervención de Anás en el proceso de Jesús,[explica como mantenían su influencia y prestigio luego de haber cesado en el cargo como Sumo Sacerdote.
Otros sacerdotes principales eran el Comandante del Templo, responsable del orden, los tres Sacerdotes Tesoreros, a cargo de las finanzas y los Sacerdotes Vigilantes, quienes guardaban las llaves del templo y se responsabilizaban de la vigilancia y orden bajo la autoridad del Comandante del Templo.
3) Los Ancianos
Eran también llamados "Senadores del pueblo" y los encontramos con frecuencia en el Nuevo Testamento, siempre aliados con los Sumos Sacerdotes (Mt.21,23; 26,3.47), normalmente unidos bajo una única expresión "los sumos sacerdotes y los ancianos" (Lc.22,52).
La palabra anciano no se refiere a persona de más edad, a viejos de Jerusalén, en sentido estricto los "ancianos" son el grupo del Sanedrín distinto de los sacerdotes-jefes y de los escribas fariseos. Está compuesto por los jefes de las familias más ricas e influyentes de Jerusalén. En algún momento Lucas los llama "los notables el pueblo" (19,47), son la aristocracia seglar, los poderosos, esto por el dinero ya que eran los propietarios de grandes haciendas y los comerciantes más ricos.
Estos ancianos están relacionados con la fuente principal productora de riqueza que es el Templo de Jerusalén y con sus dirigentes, los sacerdotes jefes. También están ligados al poder romano que ha sabido atraérselos entregándoles en arriendo el cobro de impuestos, así los romanos dominan, por su medio, el Sanedrín. La fortuna de los ancianos es la garantía de que el impuesto de los judíos ingresará en el tesoro del Imperio Romano. Para estos "ancianos", jefes del sistema de recaudación de impuestos, las cantidades recolectadas bien administradas, son una buena fuente de ingresos suplementarios, porque entregan a los romanos los impuestos por ellos exigidos, pero se los cobran con creces al pueblo por intermedio de los "publicanos".
No pueden ser sacerdotes, ni siquiera comprando el sacerdocio. Como todos los que tienen por ídolo el dinero, "ídolo de muerte", para defender su "orden", un orden injusto, pero que les favorece a ellos, llegan hasta la sangre (Mt.26,3-5.59;27,1-2; Mc.14,43).
No todos los ancianos eran iguales en su pensar y proceder, entre estos notables se encuentra José de Arimatea, rico hacendado (Mt.27,57; Mc.15,43; Lc.23,50-51; Jn. 19,38-42).

4) Fariseos :Los fariseos era un grupo religioso caracterizado por su estricta observancia de la Ley. Provenían del movimiento asideo (siglo II). Aunque tenían sacerdotes era en esencia un movimiento laico. El movimiento asideo se separó en dos ramas: los fariseos y los esenios.
El nombre fariseo es la forma griega de perusim que significa "los santos" los separados, la verdadera comunidad de Israel. Eran gente religiosa y piadosa.
En el Nuevo Testamento los fariseos son presentados como hipócritas, pero no se corresponde con lo que se sabe de ellos.
Los fariseos se preocupan mucho por cumplir todas las leyes y tradiciones religiosas, también en que otros las cumplan. Para ellos lo más importante en su relación con Dios es la Ley religiosa, ella es el verdadero tesoro de Israel, más importante que el Templo. Ellos son el "pueblo de la Ley", generalmente son artesanos, pequeños comerciantes, campesinos, pero, aunque proceden del pueblo, quieren estar separados de él; les parece demasiado ignorante de la Ley y, sobre todo, impuro, que no la cumple; "maldito" (Jn.7,45-49).
Son legalistas, pues ellos mismos habían añadido muchas leyes y tradiciones a la Ley. Formularon 613 leyes complementarias (248 mandatos y 365 prohibiciones), difíciles de aprender y sobre todo difíciles de cumplir, estas reglamentaban minuciosamente la vida, especialmente la observancia del sábado y la pureza necesaria para el culto. A estas leyes las llamaban "tradición oral" (inventada por ellos). Para ellos esta tradición tenía tanto o más valor que la Ley escrita.
Los fariseos esperaban una intervención divina, la venida del Mesías que libraría al pueblo del yugo de los romanos, se preparaban para ese "Día" con la oración, con el ayuno y, sobre todo, con la observancia fiel de todas las leyes, particularmente la del sábado.
Eran ritualistas, se preocupaban mucho de las acciones obligatorias para acercarse con pureza a Dios, a la oración, al templo, a los actos de culto. La profusión de normas tendía a convertir el ejercicio de la piedad en una cuestión técnica o normativa. Se guiaban por un libro entero para esto, el Levítico, sobre todo en los capítulos 11 al 16, que explica las reglas de pureza. Para ellos impuro significaba contagioso, y el roce con lo impuro les impedía las relaciones con Dios.
Impuros eran:
la sangre y todo lo que toca porque, según ellos, es la vida
todo derrame sexual (ej. menstruación)
los utensilios como copas, platos, ollas sucios, pues había que lavarlos varias veces escrupulosamente (Lc.11,39)
ciertos animales que la Ley prohibía comer (Mt.15,10)
todo cadáver de animal o persona; no sólo el que los tocaba, aunque fuese por necesidad, también el que pisaba una tumba, un sepulcro, aún sin saberlo, quedaba "impuro" ante Dios. (Lc.11,24)
las personas afectadas por alguna enfermedad repugnante, en especial de la piel, como la lepra, eran "intocables", porque el mero rozarles impedía acercarse al Dios Santo. (Mt.8,2-4)
los judíos que ejercían determinados oficios u ocupaciones que eran considerados impuros; publicanos o recaudadores, prostitutas, pastores, médicos. Sentarse con ellos a la mesa u hospedarse en sus casas "contagiaba". (Mt.9,9-13; Lc.19,1-7)
el solo entrar en las casas de paganos, quienes no eran judíos, contaminaba. (Jn.18,28).
Tenían obsesión por los lavados rituales, sobre todo de las manos "impurificadas" por haber tocado algo "impuro". Hasta siete veces al día el fariseo piadoso hacía sus abluciones personales con agua y con oración. También el agua entraba en este juego pues, se convertía en un problema saber que tipo se requería para lavar cada utensilio y para los baños de purificación, ellos distinguían hasta seis tipos de agua para estos menesteres. El Evangelio que más trata el fariseísmo es Mateo exhibiendo opiniones como ésta. Atan bultos pesados y los cargan en las espaldas de los demás, mientras ellos no quieren empujarlos ni con un dedo. (Mt. 23,4)
5) Escribas : Los escribas, en hebreo sofer, son los "especialistas de la Ley", los que estudian, conocen, explican e interpretan la Ley. Son al mismo tiempo, teólogos, profesores, jueces enseñan lo que hay que hacer para cumplir con la Ley, resuelven las dudas que sobre la observancia se presentan. Ejercen también la justicia, según la Ley.
Su formación era en escuelas, la más importante y famosa es la de Jerusalén, después de un ciclo regular de estudios en varios años, el escriba poseía un sólido conocimiento de todo el Antiguo Testamento, dominaba plenamente todos los recovecos de la Ley, estaba autorizado para decidir personalmente todas las cuestiones de leyes y ritos religiosos, era nombrado juez en los procesos criminales y decidía también en los procesos civiles, tenía derecho a ser llamado "rabbí". Al cumplir 40 años de edad era escriba con plenas atribuciones como "Doctor graduado".
En las sinagogas, además de ser los jefes, explican e interpretan con autoridad la Escritura, son los jueces y supervisores de la marcha de la vida diaria; tienen poder en lo judicial, en lo ejecutivo y hasta pueden imponer castigos de azotes y llegar al destierro.
El conocimiento del Antiguo Testamento (la exégesis de la Escritura) era decisivo en las sentencias judiciales, y ese conocimiento era exclusivo de los "escribas-fariseos" del Sanedrín:
los escritos del Antiguo Testamento estaban redactados en la "lengua sagrada", el hebreo, y ésta lengua sólo era conocida por los escribas, el Arameo era la lengua del pueblo, aun en el siglo primero, los jefes de los escribas lucharon para que el Antiguo Testamento no se divulgase en Arameo.
Eran los únicos que conocían la "tradición oral" que sólo se trasmitía, de palabra del maestro al discípulo.
Eran los dueños de la tradición "esotérica", es decir de los secretos más ocultos sobre doctrinas, leyes, fórmulas mágicas religiosas.
Todo esto les daba un gran prestigio ante el pueblo.
Algunos grupos de la sociedad
6 ) Publicanos: Estos eran agentes de aduana o recaudadores de impuestos, para aquel tiempo no eran funcionarios del Estado, sino comerciantes que adquirían del Estado, en arriendo, el derecho a la recaudación de impuestos. Para ello pagaban determinada suma de dinero al erario público, quedándose con todo lo que podían sacar por encima de esa suma. Entre ellos se distinguían dos clases:
Los jefes del sistema de recaudación de impuestos: Eran gente rica, generalmente jefes de las familias de la alta sociedad de Jerusalén, algunos de ellos miembros del Sanedrín (ancianos o senadores del pueblo).
Los judíos tenían que pagar a los romanos unos impuestos directos y otros indirectos. Estos grandes arrendatarios de aduanas se responsabilizaban del pago de estos impuestos, luego se reembolsaban esas cantidades con creces, en éste cobro están respaldados por los romanos.
Arrendaban muchos puestos aduaneros, para cada puesto aduanero señalaban un canon de arriendo que era preciso entregar. Los ingresos superiores a éste canon se los quedaba el arrendatario como ganancia personal, llevando esto a la explotación y la estafa. Los cobradores locales a quienes se les llamaba publicanos. Representación: La llamada de Mateo Leví hecha por Jesus de Nazaret. Jesús no se fija en su ocupación (publicano, cobrador de impuestos), sólo lo llama para hacerlo discípulo y Mateo a su vez responde a éste llamado siguiéndole y ofreciendo un banquete.
La mayor parte de los que hacían este trabajo eran pobres o esclavos empleados por una agencia de recaudación de algún gran arrendatario, a su vez los despedían al menor problema.
Palestina sufría un sistema de impuestos verdaderamente opresivo, había que pagar derechos de aduana y de peaje a la entrada de los pueblos, en los puentes, los vados, los cruces de caminos. El hostigamiento de los publicanos era molesto y también muy costoso, pues los recaudadores tenían que exigir una cantidad superior a la tarifa oficial si querían ganarse la vida. Leví es uno de esos recaudadores o "publicano".[]
Es de notar también que el pueblo no conocía con certeza la ley romana de impuestos, y tampoco se atrevía a reclamar, ya que los recaudadores estaban apoyados.
A los ojos de todo sacerdote y fariseo, el publicano era un pecador, pues su profesión era considerada "contaminante" o "impura" por los escribas o doctores de la ley. Para los judíos el único impuesto legítimo es el que se pagaba al Templo, por tanto estos publicanos que cobraban para los romanos, eran también despreciados por la comunidad.
Por lo general los publicanos eran gente pobre, pertenecían a una clase social tan desfavorecida que tenían que aceptar este trabajo "deshonroso" para sobrevivir.
Los publicanos jamás eran invitados a comer, no los trataban, estaban despojados de sus derechos civiles: no podían ser jueces, ni siquiera testigos de un proceso, mucho menos pertenecer a una comunidad de fariseos, son pues, gente tomada como pecador, marginados, mal pagados y con frecuencia maltratados.
7) Los Zelotas : Estos eran hombres ardientes, "llenos de celo", de deseos por cumplir la Ley, sobre todo su primer mandato: para ellos "sólo Dios reina en Israel", y por eso están dispuestos a sacrificar hasta la propia vida.
Como ideología o partido no hay documentación cierta de ellos hasta el 44 después de Cristo. Y todos los escritos del Nuevo Testamento son posteriores a esa fecha. Su actividad se desarrolla, ciertamente, en el tiempo de las primeras comunidades cristianas. Los zelotas con su insurrección del año 66 provocan la represión romana y la caída de Jerusalén. Los zelotas son fariseos militantes, se puede decir que representan el ala más radical de los fariseos, son observantes estrictos de la Ley escrita y de la tradición oral más rigurosa, son fanáticos en su afán por la instauración del reino de Dios en Israel. Ellos son los judíos nacionalistas más radicales: ortodoxos e integristas. Su fanatismo confunde política y religión, y se expresa con actos de terrorismo dirigido contra los romanos y contra los judíos que ellos consideran poco religiosos o colaboracionistas. Zelota o fanático es el sobrenombre del apóstol Simón.
También se consideran instrumento de la venganza de Dios, en relación al culto y al sacerdocio, quieren purificar el Templo de la corrupción y de las injusticias, buscan purificar el país, contaminado especialmente por la ocupación romana, recurriendo a la violencia. Ellos niegan la obediencia a todo poder terreno, únicamente obedecen a Dios y a su Ley.
Los romanos sostenían el principio jurídico de que, con la conquista de un país, sus tierras pasaban a ser propiedad del Estado (romano), y a la vez les cedía en usufructo a los nativos, exigiéndoles, a cambio, el pago de tributos.
Para los zelotas, pagar el impuesto a los romanos es incurrir en pecado de idolatría. Como para ellos, la llegada el Reino depende de la acción revolucionaria violenta, roban, sobre todo a los ricos, secuestran personajes importantes, y si es preciso llegan al asesinato. La primera víctima de los zelotas sicarios (llamados así por el pequeño puñal o "sica" que utilizaban) fue el del sumo sacerdote Jonatám, hijo de Hannas.
Para los años 30, los zelotas no formaban un grupo organizado, sólo eran grupos clandestinos, con intereses sociales precisos, con inspiración religiosa, impacientes de liberar a Israel de la dominación romana. Los romanos los llaman "ladrones" y los consideran simples bandidos, escondidos en las montañas, que aprovechan las circunstancias, sobre todo las festividades para sus labores.

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